Grandilocuente, arriesgado… pero nada que no estuviera al alcance de la majestuosa banda britanica y su no menos inalcanzable lider. Ni siquiera los Beatles pudieron superarla en las encuestas del libro Guiness de los Records entre los ingleses como la canción favorita de Gran Bretaña. Todo es tan excitante en este tema, tan único, tan lleno de vida, de superación, de energía.
Freddy Mercury tenia el talento para permitirse ser lo suficientemente ambicioso, grabar uno de los discos mas caros de la historia en su época y componer un tema excelso de influencia operística para ser lanzado como single. Un suicidio comercial que en manos de Freddie era solo un acto mas de convicción en su enorme poder comunicador y su tremenda valia musical.

Queen todavía no era una banda lo suficientemente importante ni consolidada como para que la compañía decidiera apostar por la osadía de lanzar un sencillo de mas de siete minutos de duración plagado de cambios de ritmos e intensidad, subidas y bajadas que iban de la intensidad de un riff de puro rock duro a pasajes delicados con el piano como protagonista, y estrambóticos coros de glam eclesiástico.
Pero Mercury tenia, sin saberlo, un as en la manga, había regalado, sin intenciones de promoción ninguna, una copia del single a su amigo Kenny Everett, un disk jockey que abrumado por su impacto, no dudo en radiar el tema sin descanso por las ondas británicas. En tan solo dos días el tema sono en catorce ocasiones, y el publico se volvió loco.

“Bohemian Rhapsody” se colo en el numero uno de las listas y permaneció allí nueve semanas, todo un record que se extendió a America, donde fue el primer top 10 hit de la banda, comenzando asi el reinado del grupo a ambos lados del océano. El top of the pops, famoso programa de la televisión inglesa, era la lanzadera de salida para cualquier grupo que se preciase que pretendiera alcanzar el estrellato.

Pero Queen ya habían nacido para enamorar a las masas. En lugar de acudir al plato a interpretar su sorpresivo éxito, decidieron grabar un video para el mismo, ya que la canción era demasiado compleja e intrincada para ser reproducida con fidelidad en directo. El resultado fue un videoclip pionero, el primero en este concepto de la historia, que marcaria una pauta a partir de entonces a la hora de grabar imágenes para promocionar las canciones.
El de “Bohemian Rhapsody” constituyo un punto de inflexión innovador; por primera vez la imagen asaltaba antes al espectador que la música. Los rostros de los miembros de Queen salian de entre las sombras y a partir de ahí una variedad de efectos de cámara y lentes conseguían un resultado acorde con el latir épico de la canción. Una voz deliciosamente privilegiada cantaba con sentimiento y delicadeza, unos rimbombastes coros de opera daban paso a una explosión de jubilo rockero…el asalto al mundo de Queen había comenzado.

A partir de ese momento, ya nunca dejaría de ser una de las bandas mas populares y poderosas del planeta. Y “Bohemian Rhapsody” no les daría sino satisfacciones. En 1991, tras la muerte de Freddy Mercury, se relanzo como single y volvió a ser numero uno en las listas inglesas. Un año mas tarde, su utilización en la comedia “Wayne’s World” la haría famosa entre una nueva generación de publico, que contemplo sonriente la escena en la que los atolondrados protagonistas del film movían espasmódicamente sus cabezas al son del impecable furor del solo de guitarra de Brian May mientras este sonaba por la radio de su coche. Fue el mejor ejemplo de que nunca pasaría de moda y siempre guardaría su sabor a triunfo, la inagotable chispa vital de un Mercury en estado de gracia.
